e-mexico

e-México: varias caras, la misma moneda Rodrigo Bengochea

La actual administración del gobierno mexicano, encabezada por Vicente Fox, ha propuesto un proyecto denominado e-México que es descrito como parte de la solución a problemas recurrentes en el país, tales como la falta de atención a la salud, a la educación y a la economía. Este intento del México tecnológico alberga varios elementos, a saber: e-Educación, e-Salud, e-Comercio y e-Gobierno, orientados a la modernización tecnológica de esos sectores a través de conexión a Internet.

e-Educación pretende dar acceso a la Red a las regiones más apartadas del país, aquellas caracterizadas por ser premodernas, para implementar programas educativos que, mediante las nuevas tecnologías, formen a los individuos de esas comunidades y les den la posibilidad de explotar las nuevas herramientas tecnológicas en beneficio de su grupo social. Del mismo modo, e-Salud promete acercar la salud, mediante Internet, a todos los lugares del país donde todavía es sumamente difícil contar con un médico que diagnostique acertadamente. Si resumimos, podemos decir que lo que se espera de este rubro es el diagnóstico oportuno a distancia. Por su parte, e-Comercio busca potenciar la capacidad comercializadora de los campesinos, artesanos, etcétera, esperando que de esta forma ellos mismos sean quienes busquen espacios en el mundo entero para comercializar sus productos al mejor precio y con las mejores condiciones de intercambio. Finalmente, e-Gobierno plantea el desarrollo e instrumentación de bases de datos públicas donde se muestren los gastos del gobierno y sus acciones, además de constituirse en un medio a través del que los ciudadanos comuniquen sus ideas y se acerquen a los servidores públicos. Para lograr echar a andar este proyecto el presidente de México se reunió con Michael Capellas, Presidente del Consejo y CEO (Chief Executive Office) de Compaq Computer Corporation (fusionada hoy con Hewlett Packard). En la reunión, Fox explicó la forma en que su gobierno canalizará recursos hacia las microrregiones de México mediante la tecnología, con lo que consiguió que Capellas pusiera a su disposición la información y asesoría necesarias para apoyar al gobierno en el proyecto e-México, basada en la experiencia de la empresa que anteriormente implementó un sistema parecido con el gobierno del Reino Unido.

Más recientemente Vicente Fox se encontró con Bill Gates para planear un programa de donación de equipos informáticos en apoyo al e-México para que el proyecto cumpla con su meta tecnológica. Al parecer las negociaciones han avanzado, aunque habrán de considerarse los requisitos que exige la firma y si es que el proyecto escrito del gobierno mexicano satisface esos requerimientos. El presidente Fox ha expresado que su gobierno pretende duplicar la inversión en ciencia y tecnología pues, según sus palabras, “ésa es la palanca para acelerar el paso para competir con éxito.” Del mismo modo, en cuanto a los objetivos referentes al rubro de ciencia y desarrollo el presidente mexicano ha señalado que “hoy por hoy el conocimiento científico y la innovación tecnológica son determinantes para construir sociedades modernas, para utilizar racionalmente nuestros recursos naturales, para aprovechar las oportunidades que abre la nueva economía global. Por eso un compromiso centrado de mi gobierno es vincular la investigación científica y tecnológica con las necesidades productivas en todas las zonas del país. Ésa es la única manera de asegurar que las empresas de cualquier tamaño, giro y región mejoren su posición frente a la competencia.” Al ver las cifras estadísticas que reporta el Sistema de Información Empresarial Mexicano, referentes a la regionalización de la oferta tecnológica en nuestro país, es claro que el proyecto no será cosa fácil. El panorama es heterogéneo. Existe una tendencia hacia la concentración de la demanda y la oferta tecnológicas —como es costumbre en México— en el Distrito Federal y el Estado de México. Ambos ofrecen el 22 por ciento de la oferta, respectivamente. El 27 por ciento de la demanda se ubica en la capital. Las cifras no mienten. Curiosamente, Nuevo León aporta sólo el 5 por ciento de la oferta y el 4 de la demanda, cuando se esperaría algo más de un estado tan cercano a Estados Unidos. Y mucho más curioso resulta observar que por su parte Jalisco concentra el 8 por ciento de la oferta en este rubro. Esta dispersión habla de la poca demanda tecnológica en nuestro país que, a su vez, es síntoma del retraso en materia de educación y desarrollo social, entre otros rubros considerados como parte de la modernización de un país. Sin embargo, la esperanza muere al último. Este proyecto bien puede traer beneficios si se realiza de forma responsable, pero entendamos también que se trata de un esfuerzo no sólo por poner la tecnología al servicio de los más desfavorecidos económicamente, sino también por abrir nuevos mercados a la industria tecnológica.

No puede negarse que el actual gobierno impulsa con determinación y vigor sorprendentes la tecnologización del país, sin embargo, además de poner acento en algunos de los datos mencionados arriba, habría que tomar en cuenta otros elementos que no siendo inherentes a la tecnología son importantes cuando hablamos de la información que será transmitida a los distintos grupos sociales. Me refiero, por ejemplo, a la calidad de la información que se hará llegar a quienes realicen sus estudios a través de educación a distancia. Debe cuidarse especialmente que los contenidos sean de buena calidad, además de que deben adaptarse a la realidad de los alumnos de cada región geopolítica. Por otra parte, debe cuidarse también que los realizadores de programas o los moderadores de grupos no terminen mal pagados y haciendo su trabajo con desgano y sin profesionalismo, así como que cuando hablamos de comercio no haya quienes encuentren, de nueva cuenta, la forma de volver a controlar a quien honestamente produce e intenta intercambiar justamente sus productos. En fin, que el enfermo que busque el apoyo de e-Salud para ser diagnosticado adecuadamente no encuentre, en su intento por confiar en las nuevas tecnologías, que no funciona el esfuerzo de algunos, por la falta de ganas de otros, y que los encargados tengan la capacitación suficiente para entender que tratan con un enfermo, no con una enfermedad.

De la confianza que se consiga depositar en los ciudadanos mexicanos dependerá el futuro de la activación de la industria tecnológica en nuestro país. De la misma forma, no habrá desarrollo tecnológico en México mientras no se tenga la confianza suficiente en la capacidad de nuestros investigadores para desarrollar con fortaleza los mejores proyectos, aquellos que vinculen, de la mejor manera, la ciencia con el cuidado de la naturaleza, el confort y la prosperidad del ser humano.

rodrigo.bengochea@correoweb.com

Tomado de www.cibersivo.com.mx

<  Cómo hacer iconos falsos y verdaderos |  >