TESIS
ESQUEMA PROVISIONAL.
i. Introducci—n.
En esta parte se expondr‡n los aspectos que ser‡n abarcados en el presente escrito. Se har‡ un planteamiento claro y ordenado del tema investigado y desarrollado y de la manera en la que fue abordado. Fungir‡ como un anticipo reducido de los temas que ser‡n tratados en cada cap’tulo sirviendo como gu’a y motivaci—n.
1. Derechos de Autor. Conceptos Generales.
1.1 Ubicaci—n de los Derechos de Autor en el Derecho Intelectual Mexicano
1.2 Concepto de Derechos de Autor
1.2.1 Naturaleza
1.2.2 Concepto
1.2.3 Justificaci—n
1.3 Objeto de los Derechos de Autor
1.3.1 Requisitos para obtener la protecci—n legal
1.3.2 Obras en sentido estricto protegidas
1.3.3 Obras que se protegen por derechos conexos
1.3.4 Obras no protegidas
1.4 Sujetos de los Derechos de Autor
1.4.1 Titulares originarios
1.4.2 Titulares derivados
1.5 Contenido de los Derechos de Autor
1.5.1 Nociones preliminares
1.5.2 Derechos Morales
1.5.3 Derechos Patrimoniales
Este primer cap’tulo tiene como finalidad introducirnos en el ‡rea de los
Derechos de Autor, expresarnos quŽ es lo que se entiende por los conceptos generales del ramo, para que, con el desarrollo del trabajo se pueda profundizar en los aspectos que nos interesan, esto es, la forma en la que los Derechos Morales son violados y cu‡l podr’a llegar a ser una forma de protegerlos.
2. Los Derechos Morales en el Derecho Positivo Mexicano.
2.1 Concepto y terminolog’a del Derecho Moral
2.2 Caracter’sticas del Derecho Moral
2.3 Contenido del Derecho Moral
2.4 Clasificaci—n de Derechos Morales
2.4.1 Reconocidos por la ley
2.4.2 No reconocidos por la ley
2.5 Titulares del Derecho Moral
2.6 Violaciones y sanciones
2.6.1 De tipo administrativo
2.6.2 De tipo penal
En este segundo cap’tulo se acotar‡ la explicaci—n y desarrollo al tema principal. Este segundo cap’tulo, al igual que el anterior, ser‡ meramente descriptivo, cuya œnica finalidad ser‡ apuntar todo aquello que ya se ha escrito y resuelto sobre el tema para de ah’ partir hacia el an‡lisis del problema que nos ata–e.
3. Los Derechos Morales en el Derecho Comparado
3.1 Estados Unidos
3.1.1 Doctrina
3.1.2 Legislaci—n
3.2 Espa–a
3.2.1 Doctrina
3.2.2 Legislaci—n
3.3 Francia
3.3.1 Doctrina
3.3.2 Legislaci—n
3.4 Tratados Internacionales
3.4.1 Convenci—n de Berna
3.4.2 Convenci—n Universal de los Derechos de Autor
3.4.3 Tratado de Derechos de Autor de la Organizaci—n Mundial de la Propiedad
Intelectual
3.4.4 Acuerdo entre la Organizaci—n Mundial de la Propiedad Intelectual y la
Organizaci—n Mundial de Comercio
Este tercer cap’tulo tambiŽn es de tipo descriptivo, sin embargo, la raz—n de ser de este cap’tulo es la de mostrarnos la forma en la que otros pa’ses han tratado de resolver los conflictos que la INTERNET ha tra’do consigo en cuanto a los Derechos Morales.
De esta manera, tendremos la oportunidad de analizar las consecuencias que las soluciones propuestas han provocado y as’ poder tomar lo benŽfico, eliminar lo perjudicial y proponer lo que podr’a ser la soluci—n m‡s adecuada para los conflictos que en nuestra legislaci—n surjan.
4. INTERNET y Criptolog’a
4.1 INTERNET en general
4.1.1 Or’genes y desarrollo
4.1.2 Funcionamiento
4.1.3 Principales actividades y utilidades
4.1.4 Tipo de informaci—n transmitida
4.1.5 Proyecci—n
4.1.5.1 Nacional
4.1.5.2 Internacional
4.1.6 Impacto en la Propiedad Intelectual
4.2 Criptolog’a
4.2.1 Principios de la Criptolog’a
4.2.2 Principios de encripci—n moderna
4.2.3 Encripci—n de llave pœblica-llave privada
4.2.4 Firmas digitales
En este cuarto cap’tulo se expondr‡n los principios fundamentales de la INTERNET y de la Criptolog’a con el fin de entender exactamente quŽ es lo que est‡ provocando el conflicto y c—mo lo est‡ haciendo; para entender c—mo funciona la soluci—n que se est‡ proponiendo y as’ lograr que esta soluci—n tenga el menor margen de error posible y abarque el mayor nœmero de casos posibles.
5. El uso de la firma digital en la protecci—n de los Derechos Morales de los
Derechos de Autor.
5.1 Situaci—n actual de las obras
5.2 Criterios sobre la relaci—n que existe entre la INTERNET y el Derechos Autoral
5.2.1 Criterios en contra de los Derechos de Autor
5.2.2 Criterios proteccionistas de los Derechos de Autor
5.3 Problem‡tica actual
5.3.1 Violaci—n de los Derechos Morales
5.3.2 Responsabilidad derivada de los Derechos Morales
5.4 El uso de la firma digital en la protecci—n de lo Derechos Morales
5.5 Posible impacto causado por el uso de la firma digital
5.5.1 Nacional
5.5.2 Internacional
En este quinto cap’tulo se expondr‡n las razones por las que se considera que la situaci—n actual relativa a los Derechos Morales provoca situaciones problem‡ticas, la soluci—n que se propone al respecto, detallando el desarrollo de esa propuesta y el posible impacto que esta soluci—n pudiera tener; con el fin de dar una visi—n panor‡mica de la misma.
ii. Conclusiones
iii Bibliograf’a
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AVANCE
DE LA INVESTIGACIîN.
C A P ê T U L O 4.
I N T E R N E T Y C R I P T O L O G ê A
4.1 Internet en general.
4.1.1 Or’genes y desarrollo.
La
precursora del Internet data desde finales de los sesentas, durante el per’odo
de la Guerra Fr’a, cuando la Agencia para la Investigaci—n de Proyectos Avanzados
fue creada por el Departamento Americano de la Defensa con la intenci—n de
cumplir con el simple objetivo estratŽgico de asegurarse que las —rdenes de
disparar, dadas por el centro de control a las bases de misiles bal’sticos, llegaran a su destino aœn
despuŽs de que las redes de comunicaci—n fueran parcialmente destruidas por un
ataque. La cuesti—n en este caso era la de prever la forma en la que las
autoridades estadounidenses podr’an comunicarse con Žxito despuŽs de una guerra
nuclear. Esta misi—n se extendi— r‡pidamente para permitir el acceso a todos
los recursos de c—mputo de los Estados Unidos, y lograr que estos recursos
fueran compartidos. Esta nueva red se llam— ARPANET, la cual carecer’a de
autoridad central, lo cual implicar’a que todos los nodos de esta red tendr’an
el mismo status y que cada uno estar’a en control de s’ mismo y capacitado para
crear, transmitir y recibir mensajes y estar’a especialmente dise–ada para
operar aœn estando muy da–ada,
permitiendo de esta forma a cient’ficos e investigadores, entre otros,
compartir FACILITIES computacionales a larga distancia. Cabe se–alar que dentro
de las instituciones involucradas en el surgimiento de esta red se encontraron
MIT, UCLA, RAND Co., la ya mencionada Agencia para la Investigaci—n de
Proyectos Avanzados de los Estados Unidos y el Laboratorio Nacional de F’sica
de Gran Breta–a y dentro de los protagonistas de este proyecto se encuentran
los nombres de Vinton Cerf, Leonard Kleinrock, Stephen Crocker, Jon Postel,
Robert Braden, David Crocker y Michael Wingfield.
A
partir del segundo a–o de operaci—n de la ARPANET, sus usuarios, principalmente
universidades, transformaron lo que originalmente era la ARPANET en una oficina
de correo electr—nica de alta velocidad y federalmente subsidiada, cuyo
principal tr‡fico se constitu’a por noticias y mensajes personales permitiendo,
de esta forma, que los investigadores colaboraran entre ellos en sus distintos
proyectos, intercambiaran notas de trabajo y eventualmente, que hicieran
comentarios sobre diversos temas.
En
el a–o de 1973 se llev— a cabo una Conferencia Internacional en Computaci—n y
Comunicaciones con la finalidad de hacer una demostraci—n pœblica de ARPANET.
De dicha conferencia surgi— el Grupo de Trabajo Internacional de Redes o INWG
(ÒInternational Networks Working GroupÓ).
Hacia
1983 el segmento militar o versi—n militar de ARPANET conocida como MILNET se
separ—.
Asimismo,
durante los a–os ochenta aument— el nœmero de computadoras que fueron
adhiriŽndose a la red y se fueron conectando haciendo esa red cada vez m‡s
grande hasta convertirse en lo que hoy conocemos como INTERNET. En 1984 la
Fundaci—n Nacional de Ciencia cre— la oficina de C—mputo Cient’fico Avanzado
(ÒAdvanced Scientific ComputingÓ), lo cual impuls— el avance tecnol—gico en
1986, 1988, 1990, etc.
Por
fin, en 1989 ARPANET formalmente desapareci— v’ctima de su propio arrollador
Žxito d‡ndole paso al actual INTERNET.
Alrededor
de los a–os de 1990 se inici— la internacionalizaci—n del sistema y empezaron a
aparecer servicios comerciales en el mismo, surgieron situaciones regulatorias
y de seguridad y se cre—, espec’ficamente en 1992, la Sociedad de INTERNET.
4.1.2 Funcionamiento.
Una
red de comunicaci—n es una infraestructura de comunicaci—n de datos compuesta
de l’neas y equipo de conmutaci—n que conecta a los usuarios de esos datos a
travŽs de nodos, los cuales pueden formar parte del equipo de conmutaci—n.
Existen
dos clases de redes: un tipo que conmutan circuitos y otro tipo que conmutan
paquetes. La conmutaci—n de circuitos consiste en unir varias l’neas de
comunicaci—n para formar un circuito entre el que lo solicita y el que es
llamado, los datos fluyen por este circuito hasta que su duraci—n expira o se
solicita su cancelaci—n. En la conmutaci—n de paquetes, las l’neas est‡n
activas todo el tiempo y los paquetes son conmutados por los nodos para llegar
a su destino, esto es, cuando un nodo quiere mandar datos a otro los divide en
paquetes, a los cuales agrega un encabezado que incluye entre otras cosas la direcci—n
del nodo destinatario, y los manda a algœn nodo con el cual comparta una l’nea,
Žste a su vez los manda a algœn otro que estŽ m‡s cercano al destinatario, y
as’ sucesivamente hasta que llegan a su destino.
El conjunto (stack en
ingles) de protocolos TCP/IP (Protocolo de Control de Transferencia/Protocolo
de Internet), define el comportamiento de una red del tipo de conmutaci—n de
paquetes; llam‡ndose a una red que use el conjunto de protocolos TCP/IP
internet. Una de las caracter’sticas especiales del TCP/IP es que define redes
virtuales, sin importar la red f’sica sobre la que corra, como ser’an por
ejemplo: una red PPP (Protocolo de Punto a Punto) con m—dems sobre una conexi—n
telef—nica, una red Ethernet con tarjetas Ethernet cable coaxial o de par
trenzado o una conexi—n por m—dem a travŽs de una red de televisi—n por cable
entre otras posibilidades. Volviendo al tema de las redes virtuales, se les
llama as’ porque los paquetes IP van encapsulados en los paquetes o circuitos
de una o m‡s redes f’sicas, de esta forma una red virtual puede conectarse a
las m‡s variadas arquitecturas de hardware. Se conoce como Internet (con
mayœscula) a la internet que surgi— a partir de la ARPANET.
PoniŽndolo
de la manera m‡s simple, Internet se constituye por una infraestructura
compartida establecida por la uni—n de computadoras situadas en todo el mundo y
que comparten el mismo lenguaje: protocolos TCP/IP.
Las
personas privadas o de negocios se conectan a la red mediante alguna m‡quina,
la cual es considerada un nodo de la red. Este y otros nodos se clasifican
segœn su localizaci—n geogr‡fica y segœn su dominio, el cual puede ser gov,
mil, edu, com, org o net segœn se refiera a instituciones gubernamentales,
militares, educativas, comerciales de organizaciones no lucrativas o
relacionadas a una red.
4.1.3 Principales aplicaciones.
Antes
de empezar a tratar este tema es importante mencionar que los protocolos de la
Internet no se dise–aron con ninguna aplicaci—n particular en mente. Se puede
afirmar, en cambio, que el nœmero de aplicaciones posibles es infinito, y las
que hay hoy en d’a han ido surgiendo paulatinamente y variando en importancia,
por lo tanto, lo que se diga en este apartado ser‡ obsoleto dentro de no mucho tiempo.
Habiendo
aclarado lo anterior podemos decir que dentro de las aplicaciones actuales que
consideramos m‡s importantes se encuentran: el hipertexto distribuido, el
correo electr—nico, el c—mputo a distancia, los grupos de discusi—n, la
transferencia de archivos, las conversaciones en l’nea comœnmente conocidas
como chat, el comercio electr—nico y las herramientas de colaboraci—n de l’nea
conocidas en su tŽrmino original como groupware.
Hipertexto
distribuido. En su encarnaci—n m‡s moderna conocido como la World Wide Web
(WWW) naci— en 1991 en el laboratorio europeo de f’sica de part’culas CERN. El
hipertexto es texto donde ciertas secciones (que pueden ser tan peque–as como
una palabra o letra) est‡n marcadas con una referencia que lleva a otro texto o
a otra parte del mismo texto, siendo esas referencias llamadas hiperligas. Se
le llama distribuido al hipertexto
cuando las hiperligas pueden llevar a documentos en otras computadoras.
Cabe mencionar que hoy d’a la posibilidad de incluir video, im‡genes y audio,
as’ como otros tipos de informaci—n m‡s ex—ticos han dado lugar a que la gente
hable de hipermedios en lugar de hipertexto.
La
WWW es el conjunto de documentos conectados por hiperligas que evolucion— a
partir de los primeros esfuerzos en CERN, y que se pueden accesar por medio de
los programas conocidos como navegadores. Por œltimo, cabe mencionar que a
veces se confunde a la WWW con la Internet, puede que esto suceda porque la WWW
es en si misma una red, pero no s—lo no es la Internet, sino que es una
aplicaci—n de Žsta, es decir, corre ÒsobreÓ la Internet.
Correo
electr—nico. Esta aplicaci—n es una analog’a al correo convencional, ya que
permite a los usuarios enviar documentos a direcciones electr—nicas, mismos que
pueden ser vistos por el destinatario desde cualquier nodo de la red. En un
principio solo se pod’a enviar texto ASCII, pero hoy d’a cualquier archivo se
puede incluir en un correo, desde un texto o imagen, hasta una canci—n. Una
direcci—n electr—nica consta de un nombre de usuario y el nombre de un nodo
donde estŽ registrado este usuario, separados por una arroba (@). En virtud de
que @ significa ÒenÓ la direcci—n se leer‡: tal usuario en tal nodo. Esta ha
sido desde hace mucho tiempo la aplicaci—n mas usada en Internet.
C—mputo
a distancia. Aunque actualmente esta aplicaci—n no es muy popular, en sus
or’genes era el principal interŽs de los creadores de la ARPAnet. Esta
aplicaci—n consiste en emular en un nodo de la red una terminal de otro nodo,
es decir, el usuario da comandos al nodo en que se encuentra, pero estos no son
ejecutados localmente, sino que son transmitidos al nodo remoto que desea usar,
y ejecutados all‡. En los inicios de la red el poder de procesamiento era caro
y escaso, as’ que esta aplicaci—n se ide— para distribuir y aprovechar mejor el
tiempo de los procesadores; este ya no es el caso excepto por las maquinas muy
poderosas o experimentales. TambiŽn se lleg— a usar simplemente para accesar
informaci—n en nodos remotos, como cat‡logos de bibliotecas por ejemplo, pero a
ra’z del advenimiento de aplicaciones como la WWW esto solo persiste en algunos
sistemas arcaicos. Hoy d’a el uso mas importante de esta aplicaci—n es
probablemente la administraci—n remota de sistemas, usualmente servidores, un
uso importante cuando muchos negocios esperan que sus servicios estŽn en l’nea
24 horas al d’a, 7 d’as a la semana. Aunque tradicionalmente la terminal remota
era de l’nea de comandos, estos es, s—lo para comandos de textos, desde hace
algœn tiempo se pueden abrir terminales gr‡ficas, donde los comandos que se
transmiten incluyen clicks del rat—n, y la informaci—n que nos manda el nodo
remoto est‡ en una ventana gr‡fica. Sin embargo, hoy d’a la red es demasiado
lenta para que esto sea pr‡ctico en la mayor’a de los casos.
Grupos
de discusi—n. Antes que los grupos de discusi—n aparecieran, surgieron las
listas de correo electr—nico. Una lista de correo electr—nico es una direcci—n
de correo que no corresponde a un individuo, sino a un programa que
redistribuye cada correo que le llega a una lista de direcciones. Los programas
manejadores de listas se han vuelto muy sofisticados, permiten incluirse o
excluirse de la lista, pedir archivos y otras cosas, con s—lo enviar correos a
una direcci—n especial; sin embargo su difusi—n es limitada, puesto que tiene
que conocerse y estar inscrito a ella para recibir sus correos. En virtud de
que son comœnmente usadas con la finalidad de discutir temas espec’ficos,
tambiŽn son llamadas listas de discusi—n.
Los
grupos de discusi—n, por otro lado, son un concepto que evolucion— con Usenet,
la cual, a su vez, evolucion— a partir de Netnews. Netnews fue creado fuera del
Internet por un grupo de universitarios buscando extender el correo electr—nico
y las listas de discusi—n a universidades fuera del ARPAnet. En su primera
versi—n realizaba la simple tarea de sincronizar directorios, en computadoras
conectadas por modem, para que ambas quedaran con las versiones mas nuevas de
los archivos involucrados y con los archivos nuevos, esto para intercambiar
correos de forma autom‡tica.
El sistema evolucion— hasta
ser una red servidores de noticias que sincronizan parcialmente su contenido, a
esta red se le llam— Usenet (del inglŽs user net o red de usuarios). Con la
creaci—n del protocolo NNTP, Usenet se extendi— al Internet. El protocolo mas
nuevo para Usenet es INN, que es tŽcnicamente bastante superior al NNTP. La
creaci—n de nuevos protocolos se hizo necesaria por el crecimiento desorbitado
que tuvo Usenet, de hecho, el abuso de Usenet para hacer publicidad ha llevado
a algunas personas a crear una Usenet2 cuya mayor ventaja sobre Usenet ser‡ el
uso de poderosas tŽcnicas para excluir la publicidad, misma que se considera
abusiva porque el costo de su propagaci—n recae sobre el que la recibe.
Cada servidor de noticias
sirve ciertos grupos de discusi—n (los que define su administrador, es por esta
selecci—n que no sincronizan totalmente su contenido). Estos grupos de
discusi—n son parecidos a las listas de discusi—n, la diferencia estriba en que
en vez de distribuir los correos a una lista de direcciones, estos correos solo
se distribuyen a los servidores de noticias que sirvan el grupo, y son
accesados desde estos servidores por cualquier interesado, alcanzando as’ una
audiencia mucho mayor. Para accesar uno de estos grupos de discusi—n se
necesita conocer un servidor que lo tenga, pero fundamentalmente se necesita el
nombre del grupo. Estos nombres se han vuelto algo complicados por los miles de
grupos que existen en total, constan de varias palabras separadas por puntos, y
est‡n ordenados jer‡rquicamente, con la parte mas significativa a la izquierda.
Transferencia de archivos.
Conversaciones en l’nea. Los
primeros programas para esta aplicaci—n surgen en las primeras computadoras
multiusuario, puesto que por primera vez pod’a haber m‡s
de una persona conectada a la m‡quina, y las terminales pod’an estar, por
ejemplo, en partes bastante lejanas entre si, de un edificio. Estas terminales
pod’an mandarse mensajes individuales, as’ que era natural automatizar estos
mensajes para lograr algo similar a una conversaci—n entre dos o m‡s
personas. El siguiente paso fue permitir que se unieran a la conversaci—n
usuarios de otras computadoras, con lo cual la m‡quina que ejecutaba la aplicaci—n
se convierte en servidor de conversaciones en l’nea.
El siguiente paso se tom— en
Bitnet[1],
despuŽs de que un administrador distribuyera un escrito criticando
a los servidores de conversaciones por ocupar demasiado ancho de banda. Al
creador de uno de estos programas se le ocurri— distribuir la carga a varios
servidores, y as’ naci— el Bitnet Relay Chat (Conversaci—n por Relevos en
Bitnet). El IRC (Internet Relay Chat o Conversaci—n por Relevos en Internet)
naci— en 1988. El programa original fue escrito por Jarkko Oikarinen. Es
interesante hacer notar que los programas iniciales para conversaciones en
l’nea fueron de los primeros en escribirse, por ah’
de principios
de los a–os 60, para los sistemas operativos de tiempo compartido. Cabe se–alar
que un sistema operativo de tiempo compartido es una de las primeras
tecnolog’as para compartir una m‡quina entre varios usuarios, es
decir, una de las primeras implementaciones del rasgo multiusuario que pueden
tener los sistemas operativos. Por lo tanto, dos cosas son evidentes:
á
es
una tecnolog’a natural en m‡quinas multiusuario y
á
no evolucion— mucho de 196? a 1988.
Los sistemas de conversaciones en
l’nea son entonces todos los descendientes de las aplicaciones cuya historia fue detallada
anteriormente. Incluyen los sistemas talk y ytalk en Unix, los talkers de l’nea de
comandos y sus sucesores de web, y finalmente,
la culminaci—n conceptual de estos esfuerzos, las redes de servidores BRC en
Bitnet y su sucesor, el IRC en Internet.
Estos sistemas se usan para
conversar con otras personas en tiempo real, en sus inicios, y aœn hoy d’a,
mayoritariamente esto se hace escribiendo con teclado y leyendo en la pantalla
las frases de los otros usuarios, pero la transici—n a sistemas m‡s transparentes
donde en lugar de leer y escribir, se escucha y se habla, es decir, los
sistemas de chat del futuro estar‡n basados en
audio, que es el medio natural para las conversaciones humanas.
El m‡s avanzado de estos
sistemas, el IRC, es en realidad una red de servidores con arquitectura y
protocolos abiertos y software de c—digo fuente abierto, gobernados por un
colectivo anarquista que surgi— de la red misma. Usa para su interfaz una
met‡fora en donde uno debe ingresar a un cuarto para conversar con los usuarios
que se encuentran en Žl. Estos cuartos virtuales se crean por los usuarios
conforme se necesiten y desaparecen cuando son abandonados, logrando as’, junto
con su forma de gobierno an‡rquica, una econom’a de recursos que es dif’cil de
igualar por sus contrapartes comerciales o democr‡ticas.
Colaboraci—n enl’nea.
4.1.5 Proyecci—n.
Tomando
en cuenta lo expuesto en el apartado de los or’genes de la Internet, en virtud
de su finalidad original, vemos que en un principio el nœmero de terminales era
m’nimo, incluso, segœn afirma Bruce Sterling en 1971 la ARPAnet contaba
œnicamente con cuatro nodos. En los a–os noventa ya se habla de decenas de
miles de nodos y de un crecimiento de veinte por ciento mensual. Asimismo, se
observ— en el apartado de aplicaciones que el proyecto abandon— su limitado
campo de aplicaci—n de instituciones militares y de investigaci—n. De igual
manera, en cuanto al nœmero de pa’ses que forman parte de la red, se public— en
1996 una tabla de conectividad de la red
en la que se encuentran registrados 186 pa’ses con conexi—n
internacional a la red. Sin embargo, consideramos aclarar que la menci—n de
estas cifras se hace meramente con la intenci—n de dar al lector una idea del
crecimiento a pasos agigantados que la red va alcanzando, ya que no se puede
ignorar el hecho de que es imposible llegar a una cifra exacta el nœmero de
personas que se conectan a la red en virtud de que a una misma terminal pueden
tener acceso varias personas.
Por
otro lado, otra forma de observar la proyecci—n de la Internet, adem‡s de las
cifras antes mencionadas que reflejan un poco su crecimiento, es el hecho de tener en cuenta que la prensa en
general, dedica a la Internet casi diariamente un espacio y que d’a con d’a se
escriben y publican una gran cantidad de libros relacionados con el tema de la
Internet. De igual manera, se observa el aumento de publicaciones de obras v’a
Internet, as’ como el tambiŽn aumento en el uso de este medio para fines
publicitarios, el desarrollo del medio inform‡tico reflejado por ejemplo en el
incremento de p‡ginas de web y el
gran auge hoy d’a del comercio electr—nico.
As’
expuestos los hechos, podemos afirmar que en los œltimos a–os se ha observado
una gran internacionalizaci—n y comercializaci—n de la Internet, un desarrollo,
aœn no suficiente, de la situaci—n regulatoria de la misma y una ilimitada
expansi—n en cuanto a los campos de aplicaci—n e injerencia, y como concluye
Vinton Cerf, parece que la
Internet continuar‡ siendo el espacio ideal para el desarrollo de los sectores
acadŽmicos, gubernamentales y comerciales.
4.1.6 Impacto en la Propiedad
Intelectual.
Es
preciso, en este punto, recordar que el trasfondo de la legislaci—n sobre
propiedad intelectual es lograr un balance entre los derechos de los autores y
los derechos de los usuarios, es por esto que podemos afirmar que el mayor
impacto que ha tenido la Internet sobre la propiedad intelectual es la
desprotecci—n en la que Žsta œltima ha ca’do, ya que es esta desprotecci—n
causada por la falta de regulaci—n adecuada la que produce un desbalance en la
finalidad de la legislaci—n en materia de propiedad intelectual.
Por
otro lado, otro impacto que la Internet ha tenido sobre la propiedad
intelectual es aquŽl que se refiere a la reducci—n a una sucesi—n de Ò0ÕsÓ y Ò1ÕsÓ
que todo tipo de obras que se difundan por Internet ha sufrido. Esta nueva
caracter’stica es la que origina la desprotecci—n mencionada en el p‡rrafo
anterior, ya que las obras as’ representadas pueden ser f‡cilmente copiadas,
transformadas y transferidas.
Por
otra parte, en relaci—n a las obras escritas, se ha suscitado una discusi—n en
cuanto a los correos electr—nicos. Al ser Žstos una obra escrita, se encuentran
protegidos como tal, sin embargo la discusi—n se origina en cuanto a la
fijaci—n en un medio tangible, ya que ciertos juristas son de la opini—n que la
fijaci—n en un medio tangible s—lo tiene lugar si el correo es grabado en un
disquete o en el disco duro de la computadora y no cuando se graba
temporalmente en la memoria RAM. En nuestra opini—n el hecho que un correo
electr—nico se guarde temporalmente en la memoria RAM al abrirse, s’ constituye
una fijaci—n de acuerdo con nuestra legislaci—n, ya que es una incorporaci—n de
letras, nœmeros, signos, sonidos y/o im‡genes que permite su percepci—n,
reproducci—n u otra forma de comunicaci—n.
En
relaci—n a las im‡genes, el impacto a que hacemos referencia tiene lugar en
cuanto al surgimiento de dos tipos de im‡genes: aquŽllas que son creadas
mediante una computadora y aquŽllas que son producto de la digitalizaci—n de
una imagen ya creada por medios distintos a la computadora. Sin embargo, sin
importar el tipo de imagen, la protecci—n en ambos casos es la misma.
Por
otro lado, surge lo que se llama Òp‡ginas de web.Ó Estas obras comprenden
diversas ligas de hipertexto que refieren a otras obras o documentos ya sea del
mismo o de otro sitio, o bien, a otras ligas de hipertexto. Hay autores como
Hance Oliver que consideran que estas obras deben protegerse como bases de
datos, para nosotros en cambio, constituyen una obra escrita que puede o no
contener bases de datos, obras cuya finalidad es la publicidad o referencias a
otras obras; sin embargo, no ahondaremos en este particular y solamente
dejaremos abierta esta propuesta para un trabajo futuro.
Retomando
el asunto de la desprotecci—n que sufren las obras difundidas v’a Internet,
mencionaremos el impacto de este medio de difusi—n primero sobre derechos
morales como el derecho de divulgaci—n, el derecho de atribuci—n y el derecho a
la integridad. En estos tres casos el impacto es de car‡cter negativo, ya que,
como mencionamos con anterioridad, la facilidad con la que las obras pueden
copiarse, modificarse o transferirse origina que cualquier obra pueda ser
modificada por un tercero y difundida a nivel internacional atribuyendo esta
misma obra al autor original, que una obra pueda ser difundida bajo el nombre
de una persona distinta al autor real o que una obra pueda ser divulgada a
nivel internacional sin la autorizaci—n del titular de este derecho.
Por otro lado, el impacto
sobre derechos patrimoniales recae sobre el derecho de publicaci—n,
comunicaci—n pœblica, ejecuci—n o representaci—n pœblica, distribuci—n al
pœblico y reproducci—n, ya que estas acciones se consideran efectuadas cuando
una obra es ÒbajadaÓ de Internet e impresa, guardada en un disquete o en el
disco duro de la computadora para algunos autores y tambiŽn cuando queda
temporalmente guardada en la memoria RAM para nosotros, ya que este œltimo
supuesto se adecua perfectamente a las hip—tesis expuestas en el art’culo 16 de
nuestra legislaci—n que se refiere a la disposici—n del pœblico mediante
ejemplares o al almacenamiento provisional por medios electr—nicos para
constituir un acto de publicaci—n, a la puesta al alcance general por cualquier
medio o procedimiento que no consista en la distribuci—n de ejemplares que por
su parte constituye la comunicaci—n pœblica, a la presentaci—n de una obra por
cualquier medio a oyentes o espectadores sin restringirla a un grupo privado o
c’rculo familiar que se conoce como ejecuci—n o representaci—n pœblica, a la
puesta a disposici—n del pœblico del original o copia de la obra mediante
venta, arrendamiento o cualquier forma constituyendo as’ una distribuci—n al
pœblico y, a la realizaci—n de uno o varios ejemplares de una obra, de un
videograma o fonograma en cualquier forma tangible, incluyendo cualquier
almacenamiento permanente o temporal por medios electr—nicos lo cual constituye
una reproducci—n. Asimismo, se ve impactado el derecho de autorizar o
prohibir la divulgaci—n de obras
derivadas, tales como la traducci—n, adaptaci—n, par‡frasis, arreglos y
transformaciones.
Por œltimo, otro impacto de
la Internet sobre la propiedad intelectual recae sobre el surgimiento, ante la
legislaci—n norteamericana y doctrina del mismo pa’s, de un nuevo responsable o
sujeto pasivo de una orden judicial: el administrador del servidor de Internet,
a quien se le podr‡ encontrar responsable o corresponsable de una infracci—n a
algœn derecho de autor y/u obligar a remover dicha obra infractora de dicho
servidor.
4.2 Criptolog’a
4.2.1 Principios de la Criptolog’a
La criptolog’a moderna tiene por objetivo esconder la informaci—n
contenida en ciertos datos, as’ como transformarla por otros motivos como
identificaci—n del propietario de los datos, del autor, del remitente de un
mensaje, compresi—n, etc... Existen dos tipos principales de algoritmos de
encripci—n, sobre los cuales est‡n construidos los protocolos mas complicados:
encripci—n simŽtrica y asimŽtrica, tambiŽn conociada respectivamente como de
llave secreta y de llave pœblica.
4.2.2 Principios de encripci—n moderna
4.2.3 Encripci—n de llave pœblica-llave privada
4.2.4 Firmas digitales