¿Por que la Historia?

Maestros y participantes del Observatorio Ciudadano de la Educación:
Envió a ustedes estas líneas por la gran inquietud que tengo por el anuncio de la SEP, que confirmó lo escrito por Julio Hernández López en su columna “El Astillero” en “La Jornada”.
¿POR QUÉ LA HISTORIA?

Ante el cambio inminente en el Plan y Programas de Estudio para Educación Secundaria, anunciado por la SEP; el que escribe profesor de Historia e Secundarias Técnicas, me preocupa por las siguientes razones:

i) La propuesta de la SEP consiste en que la Historia se estudie solo en el Segundo Grado, asignando 8 horas a la semana de clase. Esto me parece antipedagógico porque un adolescente de aproximadamente 13 o 14 años le resultaría una carga académica muy pesada. Además de que al descontinuar el estudio de la Historia en el Primero y Tercer Grados se está cortando la posibilidad de lograr los aprendizajes de habilidades, actitudes y valores que la Historia promueve.

ii) Al presentar los contenidos de Historia Universal e Historia de México en una mescolanza; y solo desde el siglo XV; por una parte se suprime el estudio del México Antiguo y de las culturas antiguas y fundantes de la cultura universal. Lo cual y en concreto para el caso de nuestras escuelas del Estado de México lo mismo que para las de todo el territorio nacional sería gravísimo porque por aquí hay muchas escuelas ubicadas cerca o contiguas a centros arqueológicos. Con lo cual y al suprimir esa parte de la historia de México se privaría al docente y a los alumnos del sentido de identidad que para el adolescente es psicológica y socialmente fundamental.

iii) El programa actual, que comprende dos cursos anuales de Historia Universal 1º. Y 2º. Grados) y un cursos anual de Historia de México (3er. Grado). Los programas de estos cursos aún con sus defectos recogieron aportes de la historiografía actual y de la pedagogía. Por ejemplo en el enfoque explicito del programa se recomienda una historia no eurocentrista, sino que considere otros polos de desarrollo cultural en otros continentes; darle más prioridad a la historia de la cultura y de la tecnología para no presentar la historia tradicional de guerras y violencia; una historia no memorística que busque la significatividad y la relevancia de los hechos históricos y no la simple enumeración de fechas nombres y datos.

Otra desventaja que veo en la propuesta de la SEP es que al mezclar contenidos de Historia Universal y de México, muy probablemente se dedicaría menos atención a periodos importantes de la Historia de México como la Reforma Liberal del siglo XIX o la Revolución de 1910.

En este aspecto lo que a mí juicio faltó fue un mayor apoyo a la actualización de los maestros de Historia. La SEP nunca editó el libro para el maestron de Historia de Secundaria (para las demás asignaturas se publicó y se hizo llegar a todos los docentes; con retrasos, pero llegó). Y tampoco se ofreció el Curso Nacional de Actualización para Maestros de Historia del Programa Nacional para la Actualización del Maestro (El curso Nacional se ofreció en la mayor parte de las asignaturas, excepto Formación Cívica y Ética e Historia).


La actualización permanente de los docentes es importante porque una de las fallas detectadas en los procesos de enseñanza de la Historia es la didáctica tradicional qque en gran parte es frontal; es decir el maestro expone los temas y los maestros solo son receptores (cuando no están distraídos).

En F C y E en el año de 1999 se reformó la currícula, en este proceso el antiguo programa de contenidos de Civismo tuvo muy pocos cambios. Los cambios en su mayor parte se dieron en el enfoque didáctico que promovía una mayor interacción en el aula entre maestros y alumnos lo que a su vez permite una mejor integración entre los aprendizajes cognitivos, actitudinales y valorales. A semejanza de esta reforma, ese es el sentido que necesitamos los maestros para lograr mayor eficacia en el desarrrollo de competencias en alumnos y maestros.

iv. En el proceso de aprendizaje de la Historia el alumno tiene la oportunidad de
desarrollar habilidades cognitivas, actitudes y valores. En cuanto a las
habilidades cognitivas se desarrollan las competencias de la lecto-escritura, la
lectura de comprensión, la redacción, el análisis de textos, la descripción,
explicación, toma de decisiones, comparación, falseamiento, dilemas, contraste,
retrospección, la consulta de distinto tipo de fuentes, clasificación de conceptos,
manejo de información, etc.

La enseñanza de la historia también permite desarrollar actitudes intelectuales y sociales como la cooperación, el trabajo en equipos, la tolerancia, la solidaridad, la justicia, la libertad la honestidad, la curiosidad por la historia y el gusto por la lectura.

Y justamente al suprimir la enseñanza de la Historia se interrumpiría el desarrollo intelectual y social del estudiante de Secundaria.

v. En México y en el mundo la Historia en los últimos 50 años alcanzo su status de
ciencia; a nivel mundial con la corriente francesa de Los Annales, en Alemania
con la Escuela de Francfort y el marxismo, cuyos paradigmas han tenido una
repercusión en México que ha operado un cambio en la interpretación y los
enfoques de nuestra Historia. Y estos cambios disciplinarios requieren una
mayor atención a la actualización de los docentes.

vi. El avance en la Pedagogía y la Didáctica; así como en los materiales de la
Tecnología también requieren una revisión a fondo de los métodos de enseñanza de la Historia; empezando por la actualización del maestro que en su mayor parte trabajan con métodos y recursos obsoletos para este nuevo milenio.

Por todo lo anterior concluyo que es necesaria una reforma y un replanteamiento de la enseñanza de la Historia en sus aspectos disciplinarios y Psicopedagógicos; pero de eso a suprimir contenidos de Historia sería anticonstitucional y tendría severas consecuencias para la conciencia crítica que requiere nuestra juventud.

Luis hernández romero